Reciclados caros y materia prima virgen barata, un combo que impacta de lleno en la economía circular
La crisis golpea por todos lados, incluso a un sector que hasta 2022 creció de manera sostenida. En Chascomús, la Cooperativa Nuevos Horizontes se encarga de recolectar y tratar los materiales que se depositan en el contenedor verde claro, una tarea que además de cuidar el ambiente, crea empleo genuino.
Estos materiales recuperados son clasificados y preparados para el envío final a compradores generalmente ubicados en los grandes centros urbanos. La recolección diferenciada de residuos y el circuito que le sigue a la recuperación de reciclables son parte de lo que se denomina economía circular.
En Argentina, el kilo de papel/cartón redujo en un 70% su valor. Por otra parte, se pulverizó la demanda de chatarra ferrosa y de latas de aluminio o de acero. Según datos aportados por la Cámara de la Industria de Reciclados Plásticos (CAIRPLAS), durante los últimos 20 años, el reciclado de los distintos polímeros creció hasta alcanzar las 320.000 toneladas en 2022, pero a partir de 2023 se produjo una caída del 8 %, profundizándose en un 20% en 2024.
Entre las principales causas que construyen este escenario se pueden mencionar el desplome del consumo; la apertura de las importaciones con precios de materiales vírgenes apenas más caros que los reciclados; el aumento exponencial de los costos, especialmente del combustible; la caída de la demanda del sector industrial, por sobre stock o por cierre de líneas de producción; y la baja de los precios del material recuperado que hace poco rentable la actividad. Peor aún, todo sucede en un contexto negacionista del cambio climático por acción del Hombre.
Específicamente en Chascomús, hay que sumar las dificultades vinculadas a cuestiones culturales que enfrenta la cadena de reciclaje, donde el primer eslabón es el consumidor, es decir, el vecino y la vecina. Entre los problemas más frecuentes se pueden mencionar desde el incorrecto descarte de los reciclables; hasta las tapas abiertas de los contenedores permitiendo el ingreso de agua. Ésto último es un detalle fundamental si se tiene en cuenta que el papel/cartón pierde sus propiedades y valor al humedecerse.
La situación se agrava cuando, en los contenedores donde se colocan los residuos destinados a su disposición final (verde oscuro), se encuentran innecesariamente materiales orgánicos y reciclables mezclados con basura, es decir, ni siquiera se separa. Por último, producto de la situación económica general, es triste y a la vez innegable, el hecho de que cada vez más personas llegan antes a los contenedores en busca, fundamentalmente, de botellas y de cartón.
El cuidado del ambiente tensiona con un sistema productivo que niega las consecuencias del uso y abuso de materiales plásticos, la producción extractivista y la tala indiscriminada de bosques. En un informe publicado en 2024 por la Fundación Ambiente y Recursos Naturales, Forcinito, Peinado y Varela afirman que: “la aceleración del consumo material y energético asociada al crecimiento económico es el principal factor de presión humana sobre los ecosistemas y los procesos naturales”.
Es prioritario construir y conservar conciencia del reciclado. Es un mito que “todo va a parar al mismo lugar”, la economía circular genera trabajo genuino por lo que tiene impacto social y es un aporte indiscutible al cuidado del ambiente.