Vacaciones de invierno: se agudiza la crisis en el sector turístico
Ayer.

Destinos internacionales, caída del turismo receptivo e incremento de costos ponen en jaque a la actividad

Muy lejos de las expectativas del sector, la actividad turística a nivel nacional refleja números pobres y preocupantes en la primera semana del receso invernal. Los datos reflejan una caída del 20% en la demanda respecto al año anterior, que ya había sido malo.

En Chascomús durante el fin de semana del 19 y 20 de julio (primer fin de semana de vacaciones) el nivel de ocupación alcanzó el 48%. El número baja aún más si se considera el 20% que alcanzan las reservas para la semana del 21 al 27, y el 15% registrado hasta el momento para la próxima semana (última del receso).

Ésto coincide con la actividad turística registrada en los centros costeros, las sierras y el turismo rural de la provincia de Buenos Aires, cuyo nivel de ocupación se encuentra entre el 30 y el 50%, muy por debajo de lo tradicionalmente registrado en esta época. Los operadores informan un movimiento moderado, de última hora, de corta estadía y bajo nivel de consumo.

Desde la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHTRA) afirman que se pierden alrededor de diez puestos de trabajo por día. Es que la caída de la ocupación a nivel nacional alcanza el 40% con respecto a 2024. A ésto se suma que la actualización de las tarifas fue del 40% en contraste con el aumento de costos que oscila entre el 50 y 800% según el rubro, pegando de lleno en la rentabilidad del sector.

Por otra parte, las políticas económicas nacionales favorecen la elección de destinos internacionales en contrapartida al encarecimiento de la oferta local la cual a su vez, produce un descenso del turismo receso.

En consecuencia, nada parece mejorar desde los fines de semana largos (17 y 20) de junio, cuando la ocupación en Chascomús disminuyó el 11.1% y el 19.8% respectivamente en relación al año anterior. O desde los números aportados por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que reflejaron una caída entre el 16.6 y el 27.9% comparado con 2024.

Al igual que entonces, el mayor ajuste se observa en la reducción de las estadías, de los servicios recreativos y el consumo comercial. Se cree que el congelamiento de los precios y las promociones serán el salvavidas en una temporada invernal, caracterizada por menos turismo y más austero.