Cada 27 de Septiembre recordamos el "Día Nacional de la Conciencia Ambiental" en memoria de las personas fallecidas como consecuencia del escape de gas cianhídrico ocurrido en la ciudad de Avellaneda, Provincia de Buenos Aires, en el año 1993.
La educación ambiental constituye un pilar fundamental para que se fomente la conciencia en términos ambientales, es decir, en la formación de actitudes y comportamientos cuidadosos con el ambiente y los factores que facilitan u obstaculizan el desarrollo de estas orientaciones ecológicas.
Los modos de afrontar los problemas ambientales atraviesan diferentes entornos sociales y que las representaciones cotidianas de los problemas medioambientales son inseparables de la responsabilidad colectiva e individual, de las perspectivas y el potencial para la acción.
La acción social se halla siempre ligada a contextos sociales específicos que determinan la percepción de los problemas, estandarizan el comportamiento y generan patrones sociales diferenciados.
Generar conciencia, promover el cambio de hábitos y alentar la participación ciudadana en la difusión y resolución de problemas ambientales es fundamental para la construcción de una considerada ética ambiental.