Lejos de aquel anuncio que prometía el fin para los “privilegios de la casta” el déficit 0 se sustenta en el recorte a las necesidades básicas de la población
Lo novedoso de la motosierra como representación del recorte del gasto público pierde toda gracia a medida que el plan de ajuste del gobierno nacional, avanza progresivamente sobre derechos y obras públicas que garantizan el acceso a los servicios básicos a grandes sectores de la población.
Es erróneo pensar que lo que se decide en la ciudad capital no afecta a la vida cotidiana de los chascomunenses. La quita de subsidios a los servicios públicos como la luz y el gas; el recorte en pensiones, jubilaciones y el PAMI; la desregulación de los precios de bienes y servicios; y el congelamiento del poder adquisitivo con salarios que se ajustan por debajo de la tasa de inflación, pusieron en situación crítica a miles de vecinos y vecinas que recurren al Estado municipal por acompañamiento y asistencia.
Unos días atrás, otra nota daba cuenta del impacto de estas políticas de retroceso del Estado nacional en el sector de la salud pública. Veamos ahora las consecuencias del ajuste en la obra pública local, tangible en todas aquellas que se interrumpieron o cancelaron porque el gobierno nacional no pagó los certificados (pago mensual que se hace de acuerdo al avance de la obra) ni las redeterminaciones de precios.
Los desagües de los barrios San Cayetano y el Algarrobo, financiados por la Secretaría de Integración Socio Urbana (SISU). En el primer caso se avanzó hasta un 20% con fondos girados como anticipo. En el segundo, la Municipalidad de Chascomús avanza en el mismo sentido, ejecutando el 20% de la obra con fondos que también fueron girados anteriormente.
La construcción de la Cloaca Máxima, etapas 1, 2 y 3, financiada por Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA). Sólo se licitó la primera etapa antes de que el gobierno municipal, tras un año de gestiones, fuera informado por el gobierno nacional de que la obra no iba a ser financiada. Actualmente se gestiona para avanzar con financiamiento del gobierno provincial. En cuanto a las etapas 2 y 3, tras ser dadas de baja por ENOHSA y las gestiones realizadas frente al gobierno provincial, fueron licitadas, están en proceso de adjudicación, y serán ejecutadas con financiamiento de la Provincia.
El asfalto del barrio 30 de Mayo, etapas 1 y 2, financiado por el Ministerio de Obras Públicas de la Nación. Sólo fueron girados el 15% de los fondos correspondientes a la etapa 1, utilizados en la construcción de cordón cuneta de calle Lineras y en los movimientos de suelo en Bulevar Cardona. En cuanto a la etapa 2, se llamó a licitación, se adjudicó la obra, pero nunca se recibió el anticipo financiero, razón por la cual no se inició el trabajo.
La construcción de la Escuela 56 en el barrio 30 de Mayo, financiada por el Ministerio de Educación de Nación. En este caso se rescindió el contrato con la empresa a pesar de un avance del 12% porque se cortó el giro de fondos. Ya se le debía un certificado, la redeterminación de cinco certificados y el anticipo financiero.
Hasta aquí, todas obras que fueron licitadas y que contaban con financiamiento comprometido. Pero no son todas. Existen otros proyectos que contaban con partidas adjudicadas pero que nunca fueron habilitadas, y que posteriormente fueron licitadas e incluso, en el caso de algunas, no se presentaron oferentes.
Una de ellas es la construcción del Mini Estadio cuyo proyecto fue presentado, presupuestado y aprobado por el Ministerio de Obras Públicas de la Nación, pero nunca se giraron los fondos. Se trataba de un estadio cerrado, con tribunas y con dimensiones oficiales para fútbol sala, voley y basquet.
Idéntica situación atravesó el proyecto del skatepark. Se presentaron los proyectos que serían financiados por la Secretaría de Deportes nacional, cosa que nunca se concretó. El playón urbano de Vieja Estación se construyó con fondos propios de la Municipalidad de Chascomús, pero están lejos del proyecto original.
Otra obra de gran envergadura y vital importancia es la Macromalla III, que extiende la red de agua hasta el Gallo Blanco y mejora el rendimiento de la red de agua potable. Se presentaron los proyectos, fue licitada por el ENOHSA, pero al asumir la gestión actual fue dada de baja.
Se presentaron los proyectos y presupuestos correspondientes a las etapas 2 y 3 del asfaltado de calle Colombia, el cual permitiría una conexión segura con la Ruta 2, ante la recientemente cerrada Vialidad Nacional. Con respecto a la etapa 1 de esta obra, Nación debe cuatro certificados que pagó la Municipalidad de Chascomús.
El proyecto del Ecoparque estaba entre otros que tenían aprobada la financiación internacional del BID, y al no ser aceptadas las condiciones de pago por parte del gobierno nacional, los fondos nunca fueron otorgados.
La ausencia del Estado nacional exige a los gobiernos provincial y municipal redoblar esfuerzos para atender la demanda social con respecto a derechos fundamentales. Ésto sucede en un contexto de recorte de fondos de coparticipación, que corresponde a la provincia y a los municipios por el aporte que hacen a la economía nacional.
Cuando el Estado Nacional deja de invertir en infraestructura, el país pierde competitividad y posibilidades de desarrollo sostenible. La cancelación de la obra pública se traduce en menor inversión en viviendas sociales, redes de agua potable y cloacas, rutas y caminos, hospitales, escuelas, transporte público, obras hídricas.
Lejos de ser un gasto, la obra pública es una inversión que mejora la calidad de vida de todos.